Thursday, April 19, 2012

El salvaje

“Queremos sumergirnos hasta el fondo del abismo, infierno o cielo ¿Qué importa? Para encontrar lo nuevo y verdadero. Y esto si no se da en la conciencia nunca estará en el fondo de una probeta”
Baudelaire

Es curioso, decimos salvaje cuando queremos referirnos a algún asesino sanguinario y sádico. No sé porqué extraña rúbrica ha quedado enraizado en el hablar popular esa expresión antediluviana o más bien colombina. Seguramente debieron servir como pretexto o surgir como consecuencia cuando el cuerpo religioso allá en 1600 discutía sobre la existencia del alma del nativo americano. Obsérvese, pero, que el marqués de Sade era bien europeo. Y que el hecho de que el hombre occidental contemporáneo sea un ser “civilizado” es claramente una cuestión circunspecta al hecho de que este ha nacido y crecido en el entorno de la ciudad.
Así el salvaje es verdadera y profundamente salvaje o dicho de otro modo perteneciente a la selva. Algo que dista mucho del civilizado palacete parisino del marqués de Sade instalado en el corazón de la civilización occidental.
Si el alma esencial del hombre existe, existe en la selva, donde se esconde de alguna manera inexplicable, el cáliz que contiene la sangre de nuestros ancestros.
Porque la selva…la eterna y verdadera selva es inevitablemente sublimadora y su misterio infinito, basto, y grave. Parece como si de alguna manera su fuerza pudiera despertar en mi, pobre individuo civilizado algo de su secreto, alguna de sus potencias. Y despertar ese salvaje que a fuerza de ladrillo y nevera iverna latente encerrado dentro de mi sin que yo sepa como despertarlo de su sueño.
El ser primigenio, original y salvaje es un ser que acepta la naturaleza mágica de la existencia como explicación de su cosmos.
Mientras en occidente la cosmética( en su sentido etimológico ) fruto de la ciencia técnica se extiende hoy día como la verdad divina en la edad media. Y embota toda sensibilidad mística, diluyendo a la vez la duda y el misterio con su manto quántico y aburrido basado en el azar que no explica nada. Eso da como fruto una sociedad profundamente agnóstica o una sociedad ansiosa de consumir religiones holística que intentan desesperadamente volver a unirnos con el todo con el que a fuerza de diseccionar con ojo científico hemos objetivizado hasta convertirlo en algo completamente ajeno a nosotros.
Al respecto siempre he pensado que nuestra concepción cienticicista de la existencia siendo igual de falsa que la concepción politeísta de la Grecia clásica es muchísimo más aburrida. Está deshumanizada, no tiene trama. Explicación abstracta, sobre conceptos abstractos que extraemos abstractamente de la física realidad.
Tampoco quiero defender su visión del mundo exclusivamente, porque de la misma manera esta concepción mística de la naturaleza del salvaje amazónico esta tan basada en supersticiones que se alimentan todos sus miedos ancestrales cultivando desconfianzas, recelos hacia su existencia, y el turista o el hombre blanco no escapa a eso. Confundido en su imaginario por los pishtaco, brujos errantes que se alimentan de grasa humana, cuyo aspecto es el de un hombre caucásico que cojea y va de ciudad en ciudad causando la enfermedad y la muerte. ( Que en el fondo se parece bastante a un español del siglo XVI con viruela matando sin saber al indígena que se le cruza )
Quiero decir no se deben confundir las cosas. La ciencia, ciencia es y sirve para lo que sirve. Pero nuestra concepción existencial debe más bien ser un fruto filosófico y humanístico, que crea en la duda e invente a sabiendas de que lo hace y creyendo en eso… o no.

Conversas con Elio, nuestro guía por la cuenca del amazonas y te das cuenta que es un salvaje. Llama a los delfines con un silbido y estos aparecen, llama a los monos imitando su aullido y estos vienen a contestarle, lo mismo con los caimanes y por su sonido además de su ubicación sabe su tamaño aproximado y edad. Escucha el ruido que escuche lo identifica al momento. Conoce el nombre de cada árbol y su utilidad medica.
Entonces de repente escucha cierto tipo de sonido y dice “ esto…esto es un diablo, imita el sonido de tal pájaro pero observa su carencia lánguida… lo emite como si fuera un lamento”. Aceptando de esta manera la magia y lo oculto sin contemplaciones… y ya se lo que pensáis, seguramente es parecido a lo que pienso yo, o sea que realmente ese canto sale de otro animal que el desconoce, esta es una explicación lógica, que no deja lugar a dudas. Causa, consecuencia, si a entonces b. Pero imaginaros que no pensásemos eso. Que no necesitásemos pensar eso. Seguramente el miedo atávico que puede despertar entender que ese canto proviene de un diablo me hace disparar mis niveles de adrenalina, y de esta manera estar más alerta… Algo sin duda útil en un entorno como este, donde no es difícil pisar una serpiente venenosa mientras caminas, o exponerte a las fauces de un caimán mientras te duchas en el río al anochecer… De la misma manera acepta sin contemplaciones que plantas y animales tienen alma… con lo que les costo aceptar el alma del nativo Peruano a el Papa y sus obispos y estos aquí repartiendo almas sin reparar en gastos. Es algo que me fascina. Representativo de esto es el hecho que cuando los españoles invadieron esto, y viendo los seres humanos que habitaban el lugar absolutamente mimetizados por con el entorno, adaptados de una manera esplendida se cuestionaran si estos podían considerarse seres humanos poseyendo su subsecuente alma o no. Mientras ellos al verlos los introdujeran directos al olimpo de sus dioses. Y esto habla de que es lo que se esconde en la profundidad de las almas occidentales y que en la de los americanos.

Y esa concepción mágica de la naturaleza es bonita y a mi entender está justificada. Nos hace entender la noción intima de la fragilidad y fugacidad del hombre en un lugar donde un mosquito puede erradicar un poblado, donde las lluvias y los ríos devoran el asfalto y las casas sin piedad. Y es que la lucha nos hace iguales y aquí aun no la ganado el hombre. Algo tan pequeño e inofensivo como la hormiga domestica nuestra aquí está dotada de acido ultra urticante parecido a el de las medusas que genera un escozor exquisito y duradero y evidentemente esta es la menos competente de las 200 especies de hormiga que deben haber en la cuenca amazónica, pera ellos esta es la kinderbueno hay una que es como la falange de un dedo que la llaman en su idioma dolor. Elio me dijo muy serio “si te pica … lloras" su te pica en un dedo del pie se te duerme del dolor la pierna hasta la cadera. Y bueno teniendo en cuenta que coge caimanes con las manos a veces para comérselos, igual con las tarántulas y que le han picado serpientes letales tratadose la picadura con cortezas y demás , no me gustaría que me picase una de esas. Y puedo entender que se las respete como a una persona más, que se crea que estas tienen alma.
Aquí el hombre civilizado no sirve para nada, no duraría ni una semana en la selva. Y si no sirve el no sirve su credo. Aquí solo sobrevive el guerrero y el salvaje que duda y cree en el alma de su enemigo al que se enfrenta en la particular lucha a muerte que es su vida.

Thursday, April 12, 2012

La vida es un viaje decían los ascetas

La vida es un viaje decían los ascetas, cuando viajamos se eleva a la última potencia el carácter de fugacidad que es propio a nuestra relación con las cosas. Rodamos sobre ellas y ellas sobre nosotros, de modo que por blandas, suaves y redondas que sean, su contacto con nosotros tiene siempre algo de punzada, de pinchazo doloroso. Al tiempo que decimos “ya vienen, ya vienen” a ese paisaje, a esa amistad, a ese acontecimiento tenemos que ir preparando los labios para decir “ya se van, ya se van”
(…) Precisamente por que son cosas maravillosas su huida apresurada nos deja en el corazón cicatrices. Pero dejemos tan grave asunto. Mi intención se reduce a decir una cosa sin importancia ni transcendencia a saber: que en los viajes se hace extremada la momentaneidad de nuestro contacto con los objetos, paisajes, figuras, palabras y paralelamente crece y nos acongoja la pena que sentimos. Quisiéramos de algún modo fijar alguna de aquellas cosas que pasan a escape (…). A ese fin llevamos cuadernito y un lápiz; apuntamos unas breves palabras y cuando un día, andando el tiempo, las leamos, el paisaje, la palabra, la fisonomía que desapareció adquiera cierta supervivencia, una como espectral vida que conserva de la real ecos, remotos latidos

El espectador, Ortega y Gasset

Llegamos a Yurimaguas un pueblo atroz y decadente que lidia desde su fundación una lucha a muerte con la selva que le circunda. En equilibrio pero con evidentes síntomas de agotamiento. Carreteras engullidas por el barro, fachadas dejándose desconchar bajo el peso íntimo y visceral de la humedad que reina enrrededor y que habita en sus grietas.
En un viaje de 36 horas hemos dado un salto en el tiempo y en el espacio. Las personas parecen ser más contemporáneas que esos personajes andinos que poblaban las ruinas incas con la naturalidad de sus fundadores.
Y la montaña andina se ha cambiado en el decorado por selva, indómita, calurosa y húmeda. Y nos rodea al acecho, como esperando un descuido, observándonos con sus ojos de fiera salvaje. Y da la impresión de su espera paciente, que en cualquier momento nos atacará para engullirnos y borrar el pueblo de la faz de la tierra.
Moteadas, entre la verde espesura, las casas hechas de hojas de platanero y caña se desdibujan bajo la lluvia , incorpóreas, y parecen un árbol más. Y los hombres que la habitan parecen hormigas bajo el efecto del sopor de un día de lluvia, inmóviles, sentados en el umbral contemplando el manto de agua que cae ininterrumpido. Sus pieles arcillosas se confunden con el suelo de tierra y solo sus ojos oscuros enmarcados en el blanco logro distinguir. La música caribeña no deja de sonar, Surgida de un logar que no logro distinguir, como si brotase de la tierra. Y el calor latente a disipado cualquier parecido con el frío reinante en las alturas andinas.
Encontramos un hospedaje en la parte oeste de la ciudad. En el lugar donde esta se acaba abruptamente cortada por el río Huallaga, afluente del río Amazonas. Los delfines grises pasean tranquilamente surcando la ventana a través del manto de lluvia. El paisaje es abrumador y a la vez tranquilizante. Y siento como si por un momento ocupase el lugar que me pertoca en la escala evolutiva, justo al lado de los monos que aúllan más allá del tupido velo verde que contemplo.
Después acertamos aprovechar que ha dejado de llover y recorremos la orilla del río.
… Que nimia se ve la existencia del hombre aquí. A diferencia de en las urbes donde el hombre está rodeado de humanidad y civilización y ocupa el lugar artificial que ha creado para si. Aquí el hombre es algo más, ni más ni menos importante templado por la misma lucha por la supervivencia de todo lo que le rodea, como el platanero y el río, el delfín y el caimán. Y como todo lo demás muestra sus síntomas claros de efímera existencia con cicatrices y flaquezas, como si esperase a la siguiente lluvia para dejarse arrastrar y desaparecer como pegote de barro . Algo frágil y precario, algo fugitivo.
Esa dolorosa punzada que uno siente en su sensibilidad cuando en un extravío de su imaginación visualiza una ciudad fantasma robada de las gentes que la deberían habitar, sin gente en las calles ni niños embutidos en el griterío de los parques o sin el trajín de coches pitando en el embudo cotidiano aquí no tiene sentido. Aquí esa idea y miedo especular no tiene donde aferrarse. Son realidades que a fuerza de distancia no pueden comunicarse. Mundos paralelos.
Observo que en la ciudad la lluvia es algo repugnante, una como injustificada invasión de la naturaleza primigenia en el paradigma de la civilización humana que es la urbe, y aquí es otra naturalidad, ni más ni menos intensa que la canto de las cigarras o las serpientes que pasean en los caminos embarrados.
Y viendo que como cada día un cálido manto de agua deja de suspenderse como éter se solidifica y arrastra de la atmosfera esa humedad omnipresente, se quitan la ropa y con las manos mediando entre el cielo y su cuerpo.
Mientras en la ciudad la gente huye corriendo utilizando paraguas como profilácticos higiénicos aquí la gente se desnuda y se ducha. Las ciudades son un ensayo de secesión que hace el hombre para vivir fuera y frente de la naturaleza para tomar de esta solo sus frutos en porciones selectas y acotadas… Pero llueve… y el agua tiene el poder mágico de unir lo terrenal y lo humano.

A partir de aquí ya solo nos queda seguir el río a bordo de una de esas barcazas con lo necesario para convertirnos como la ciudad en un asentamiento provisional, frágil y precario. Para en fin convertirnos en meros y minúsculos espectadores rodeados de la grandeza, del paraíso que algún día fue la tierra. Convertirnos en Adán y Eva y dejarnos arrastrar, antes de caer en el abismo del tiempo, en el corazón de la selva que es nuestro corazón mismo.

Tuesday, March 27, 2012

Dije quiero coca cola no quiero colar coca

Abro la bolsita y cojo un puñado de hojas de coca. Las pliego sobre si mismas y maquinalmente las encajo en el paladar. Las macero con saliva unos minutos, las saco y le hecho el bicarbonato que extraerá los alcaloides. Las vuelvo a plegar y las introduzco en el hueco de mi moflete. Justo en el orificio del salivar.
Estamos en un valle no muy extenso rodeados de vacas que comen pasto y beben del riachuelo que tendremos que remontar hasta su nacimiento. El camino se pierde entre las nubes. Nos espera un ascenso de 800 m en 8 km hasta llegar hasta el puerto de montaña situado a 4600 m. Después descenderemos 1200 m en los otros 12 Km hasta llegar al pueblo que nos hemos fijado como meta.
Empieza a llover, hace frío, llevamos caminando 6 h desde las 7 a.m. Ya hemos subido y bajado la anterior cima salvando 1000m de subida y 1400 de bajada, hemos desayunado cuando salia el sol a las 5:30 a.m y la barriga empieza a pedir combustible a rugidos.
En los 4 días anteriores hemos acumulado ,junto a nuestras maletas de 20 kg, 60 Km ascendiendo unos 4000 m y descendiendo 3700m por la ruta que lleva desde Cuzco pasando por las ruinas de Choquequirao a el Machupichu.
Resumiendo. Nos duelen los pies y su nueva variedad de llagas, los gemelos, los cuadriceps,las lumbares, el trapecio.
Sentimos un profundo agotamiento mental y físico y tenemos urgencia por llegar a un pueblo donde poder descansar en algo diferente que una tienda de campaña.
Así que decidimos recurrir a la hoja. Su amargo inicial retuerce mi ceño con un escalofrio. A los 10 min. se empieza a sentir los primeros efectos. Pasamos de arrastrar los pies a caminar normalmente, de esta manera empezamos a encarar la cima. A los 20 min. ya con la boca dormida dejamos de sentir el frío y desaparece la fatiga, literalmente. Esto nos permite conectar el piloto automático e insensible encadenamos nuestros pasos cuesta arriba.
En la antigüedad bajo el imperio inca el consumo de hoja se dosificaba como otro salario más. Su uso principal era el religioso y su consumidor predilecto la nobleza. Aunque también era utilizado como droga de trabajo para soportar las largas y duras jornadas de manera excepcional.
Después llegaron los Españoles y su afán de minerales preciosos. Se hicieron necesarias ingentes cantidades de hoja para hacer posible la sobreexplotacion mineral y humana. Los mineros la consumian y se consumian sin darse cuenta. Al tener anestesiadas las alarmas del cuerpo iban matandose si notar su aniquilamiento. El potente analgésico encubría la brutal desnutrición y la destrucción del sistema respiratorio. En menos de 15 años morían sin saber practicamente porque. Después vino la síntesis, el consumo recreativo y la coca cola y finalmente la prohibicion. La historia que más o menos todos sabemos hasta nuestros días.
La taquipsiquia me envuelve en una nube de pensamientos y repaso entre otras los conocimientos sobre la planta y su historia mientras camino inconscientemente hacia la cima. Ahora estamos metidos en el interior de la nube que se veía desde abajo. Sin darnos cuenta hemos alcanzado el nacimiento del río que gorgotea apareciendo como por arte de magia directamente de la roca. Notamos los efectos del mal de altura aplacados por la hoja golpeando sutilmente la cabeza. Nos metemos una cucharada de miel para no estar consumiendonos sin darnos cuenta y empezamos a descender al trote. en 3 h 30min hemos hecho lo que dijeron que haríamos en 6. Y antes de que se ponga el sol y empiece a llover con fuerza llegamos al pueblo en cuestión.
Pedimos hospedaje y nos invitan a pasar la noche en su habitación que a parte es la tienda del pueblo. Allí compartimos el espacio el marido la mujer sus 2 hijos el hermano del marido y su mujer embarazada y dormimos sobre pieles de cordero y bajo pesadas mantas. Cuando a la hora de la cena le explicamos a la comitiva de hombres, que son los que comen en la mesa, de donde venimos y que hemos hecho el recorrido que normalmente se hace en dos jornadas en un solo día. Nos miran con el ceño fruncido y nos dicen con respeto: - andáis bien.
Al amanecer despertamos a las 4:30 y recorremos los 10 km que nos separan de la ruta turistica, que cuenta de movilidad. De ahí hacemos el ultimo tramo en combi para ahorrarnos la horrible pista plagada de caminantes y obras y llegamos hasta el Machupichu.
El lugar desprende una mistica espectacular. Merced a que cae una suabe llovizna y a que toda la montaña y las circundantes se sumen en un manto impenetrable de niebla. El lugar aparece como entre mis sueños subconcientes. Los turistas que seguro plagan el lugar no se ven por ninguna parte. Después de cinco horas de laberintos de piedra y caminos que se pierden por las montañas decidimos volver. Recorremos la via del tren hasta llegar a un taxi. que a causa de un accidente que bloque el camino nos vuelca en otro taxi en un extraño intercambio de rehenes. Al final es otro el que nos ofrece recorrer las 4 ultimas horas de regreso a Cuzco.
El coche esta desvencijado, el bombín de arranque cuelga por un hilo, la itv de este año no esta pasada. El conductor tiene los nudillos repletos de cicatrices vamos 6 en el coche...
Esto no parece un taxi turístico. Noto bajo los pies un bulto, dentro de una bolsa negra, es un fardo de coca. El conductor nos pide que la escondamos cuando nos para por primera vez la policía. El tipo coje unos 3 Euros que tiene en monedillas y se las da al policía cuando le da la mano.
Estamos siendo utilizados por un traficante para pasar desapercibidos en los diferentes controles antidrogas.
Esto es increíble. El tipo inventa mentiras bastante estúpidas para justificar las frecuentes paradas para chequear que los fardos sigan sujetos sobre las ruedas y el chasis. Se mezcla el miedo, la confusión y la certeza de inocencia en dosis iguales.
Aunque el tipo es muy dicharachero e intenta no darle la menor importancia y crear un ambiente distenso la situación es trágicómica. Pensar que aquí el consumo de hojas es considerado patrimonio inmaterial de la humanidad, algo de capital importancia para la cultura andina y que en el resto del mundo las cárceles se engordan a diario por la misma substancia. En conjunto no tiene ningún sentido. En algún otro lugar del mundo, seguramente en occidente se recibirán estos paquetitos que ahora viajan bajo mis pies, para que la masa anodina piense estar viviendo la vida locamente o para que simplemente sirva de analgésico para sus vidas sin sentido.
Al final el tipo nos deja a una hora y media de Cuzco y tenemos que acabar discutiendo con él porque nos quiere cobrar la misma cantidad que habíamos pactado para que nos dejara en el destino. Así que Manu se enciende y le dice las verdades a gritos. Que nos ha estado utilizando para traficar y que si quiere que hablemos con la policía para solventar el conflicto. El tipo se calla y continua su camino hacia el garaje donde el paquete cambiará de manos y nosotros continuamos hasta Cuzco donde podremos recuperarnos del último trek.

Monday, March 5, 2012

Más indignación

Paseas por Bolivia y te das cuenta de la pobreza extrema que asola estas tierras. Donde la agricultura de subsistencia sigue siendo el único ingreso para la mayor parte de la población. Existiendo la contradicción que estos viven en las riquísimas tierras de los Andes. Con recursos hidrográficos ilimitados, tierra volcánica fértil. Y minerales en abundancia bajo sus montañas.
Al no existir un capital inversor no existe un entramado económico que se beneficie y reparta los bienes. Y es que, de que va a servir plantar hectáreas de plátanos, aunque puedas hacerlo, si después no hay carreteras para llevarlos a los puertos y venderlos. Y aunque me cueste aceptarlo ese pobrecico cocalero de Evo morales poco va poder hacer. En el contexto en el que se encuentra ni socializando los recursos ni favoreciendo a la gran mayoría de agricultores permitiéndoles la más rentable de las plantaciones, la coca.
El tema está complicado. Si la mayor parte del capital exterior que recibe tu país, lo recibe de manos de narcos.
Es indignante ver como el nefasto modelo económico que implementamos en la colonización sigue dando sus frutos. Los caciques controlando latifundios que solo le reportan beneficio a ellos mismos.
Estando aquí estoy sintiendo el fuerte vinculo existente entre Latinoamérica y España. Porque nuestras historias son inseparables. Sin los recursos y la población de estas tierras Europa no seria una mierda. Aunque eso a España no le afecta porque esta sigue siendo lo que siempre a sido.
Pensar que en Chile el gobierno te da una casa tras el pago de 800$. Y que pueden aspirar a una variedad de viviendas desde los 100m2( eso es el mínimo ) y en ascenso en función de lo que pagues. Por aquí, la vivienda es un derecho y no un privilegio. Y después desde occidente juzgamos el país como dictatorial por las últimas revueltas estudiantiles que piden educación gratuita y de calidad. O sea, lo que allí nunca tuvimos.
De que va sentirse orgullos un catalán por estas tierras, si se puede saber. De ser unos sumisos que ven en el Barca lo que los esclavos de la Arena romana veían en Espartaco??
Es indignante pensar que de Bolivia y Perú, dos de los países mas pobres de Suramérica, España ingreso en los puertos de Sevilla 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata entre 1503 y 1606. Y que eso costó la vida de 20 millones de esclavos (solo la extracción del mineral) no estoy hablando del proceso de colonización. Si lo de Hitler fue un genocidio… yo no se como describir esto.
Y todo eso encima no reporto ningún beneficio ni al estado ni a la sociedad española. Exceptuando un poco a la aristocracia, nobleza, monarquía y cuerpo religioso, que lo despilfarro… Has de ser subnormal. O hablando con propiedad rey católico o Austrias o Borbon. Porque en realidad todo este empobrecimiento proviene de esa obcecación monarquico_religiosa de echar todo el capital de sus tierras. Ya sean musulmanes, judíos, protestantes o burgueses y favorecer la nobleza de caciques latifundistas y al Papa. A día de hoy la duquesa de Alba tiene tierras que unen Andalucía con Castilla León, cruzando Extremadura. Y aun dice que la crisis también le ha afectado la momia desgraciada. Debería estar en la carcel, con Undargarin y los banqueros.
Y aun el Borbon viene a aquí a hacer callar a chavito…. Le tendrían que haber linchado.
Así que al final ganaron los de siempre. Los banqueros holandeses por dejarnos el dinero, los inglese por vendernos la ropa y vendérsela también a las colonias. Tenemos que recordar que a le vez que Felipe 4 expoliaba las minas de Suramérica quemaba sus fabricas textiles por decreto. ( Ese era el trato con los ingleses ).

Es patético sentirse parte de algo asi. Ya sea occidente o España. Me preguntan de donde soy y lo digo con el alma encogida y boca pequeña España.
No dejo que reaccionen y suelto de Barcelona. Y ya empiezan: … ah, el Barca, el mejor equipo del mundo…
Y yo que mas puedo decir?

Friday, March 2, 2012

Malditos escribie_guias

Lees la guía y prácticamente en todas las ciudades listadas se habla de lo peligrosas que son. Que si hay carteristas en todos los mercados, que si en este barrio es mejor no pasar la noche… Y uno evidentemente no puede hacer oídos sordos.
El ser humano es un ser imaginario. Nuestra cabeza no puede parar ni un segundo y nos imprime su universo inventado constantemente y en todos los sentidos imaginables. Por ejemplo, cuando uno no conoce una ciudad en algún momento anterior a la partida genera el escenario y viaja hasta allí. Y eso lo hace utilizando todos esos detalles que uno incorpora, retazos escuchados o leídos o vistos en cualquiera de los medios a los que somos sensibles. Esas proyecciones le permiten a uno anticiparse y prepararse mentalmente a base de reforzar sus prejuicios.
También yo como observador de esta realidad y tras digerirla a mi manera, la expondré. Y eso es como dejar en tu buzón de los prejuicios pequeñas semillas que germinaran de alguna o otra manera en tu imaginación y que a la hora de la verdad (o sea cuando tengas que compararla con la realidad del lugar) serán inservibles.
Incluso cuando a la vuelta alguien me diga que va a alguna de las ciudades donde yo he estado y me imagine a este aterrizando en ese lugar eso también será virtual y en última instancia falso por que ese lugar ya no será el que era, y la experiencia de esta distará azarosamente de la mía.
Por así decirlo, estamos constantemente viajando sin movernos del sillón y nadie escapa de esa conjura.
Así que para no dejar de hacerlo y recuperar el hilo de este post, me imagino a doña Beth Willams sentada tras su apple en su casa residencial a las afueras de Portlan, escribiendo la guía sobre Bolivia sin ser consciente del salto existente entre su casita segura y cualquier mercado de cualquier ciudad del mundo. Y lo injusto de la comparación histórica de sucesos. Cuanta gente a lo largo de la historia habrá sido robada, violada, asesinada o bombardeada en Granollers. ¿Vale la pena que te lo diga antes de que vayas a visitarla? ¿Para que?.
Mientas tanto en la terminal de autobuses de Cochabamba a siete horas de la Paz esperamos la partida. El llanto de un niño despunta en el heterogéneo murmullo del lugar. El clima es bochornoso pero fresco, son las nueve y media de la noche. Un niño limpiabotas se esfuerza por dejar relucientes las de su cliente mientras este le vigila disimuladamente de reojo. Una mujer en el stand que esta justo delante canta por teléfono una extraña relación de números y ciudades que me recuerda al principio de alguna canción de Manu Chao. Sin ninguna noticia de los cacos que deberían rondar la terminal como horda de zombies cabreados. Nos despedimos.

Trekking alrededor de Sucre


Después de 4 días de carnaval, primero en Oruro, donde es patrimonio inmaterial de la humanidad según la UNESCO y después en Sucre, la capital, estábamos realmente hartos de esa festividad. Y no por habernos emborrachado sin parar, si no por la costumbre extendida por estas tierras de mojar, ya sea con una espuma que venden en aerosoles, con pistolas de agua o globos a todo el mundo. Todos contra todos. En una guerra constante donde aceptas desde el inicio estar calado hasta los huesos. Y aunque la guerra es cruel e indiscriminada los que nos llevamos la peor parte somos los inocentes gringuitos. Así que después de estar 4 días esquivando globos en ataques sorpresa o chorros de agua en la cara mientras comíamos tranquilamente, nos disponemos a recorrer una ruta prehispánica que aunque solo se encuentra a 35 km de la capital es suficientemente auténtica como para que el castellano no sirva. Y que ha de llevarnos por pinturas rupestres en cuevas recónditas a grupos étnicos auténticos como los Jalq’a de Chuanaca. O la huellas de dinosaurio de Miñu mayu que se quedaron grabadas en las laderas de un cono volcánico espectacular.

El primer día tras aprovisionarnos y dejar nuestras cosas en la consigna de la terminal, preguntamos como podemos llegar al lugar de partida, inicio descamino prehispánico,la capilla de Chataquile.
La mujer nos dice que es imposible ir por libre que tendríamos que contactar con alguna agencia turística. Nosotros a sabiendas que las agencias turísticas solo saben vender experiencias enlatadas y acostumbrados a esa falsedad hecha a medida para gringuitos, hacemos caso omiso y conseguimos que nos acerquen a la parada de camiones que van en dirección a Chataquile. Mientras comemos un pollo con arroz y papas, esta vez la mamita, nos vuelve a decir que es imposible que lleguemos al destino, que volvamos y que al día siguiente cojamos un autobús. Hacemos también caso omiso nos montamos en el siguiente camión con los integrantes de una comparsa que lleva una semana festejando por las calles de Sucre y con otros campesinos y gente de origen humilde. Después de dos horas y dos camiones llegamos a Chataquile, lugar donde para nuestra sorpresa, solo hay una capilla y una oficina de turismo abandonada. Después de limpiarla y aromatizarla montamos la tienda y pasamos la noche en esta última. Al día siguiente el camino que serpentea ladera abajo nos lleva por unos parajes espectaculares, las piedras se suceden en geometrías imposibles sosteniendo el camino a nuestros pies, sinclinales en todas direcciones, vegetación subtropical y riachuelos de agua. Seguimos el río Ravelo y lo cruzamos alcanzando el río Potolo que desciende sobre un plano del sinclinal con fuerza. Lo ascendemos hasta llegar al pueblo homónimo. Allí mora la primera comunidad auténtica. Ellos celebran el carnaval del miércoles al domingo. Así que nos resignamos a volver a ser objeto de excepción en unas fiestas marcadas por el alcohol, las danzas y los globos de agua. A diferencia que en Sucre aquí somos invitados a sentarnos en todos los puestos donde reparten chicha fermentada, su bebida alcohólica a base de maíz agua y azúcar. La gente es abierta aún sin entenderte demasiado y habla contigo en quechua sin tu saber responder. Se nota por la entonación que llevan desde la mañana bebiendo chicha, la mayoría andan tambaleándose por la calle. Desde fuera todas las festividades son el mismo absurdo pero al estar ellos contentos nos dejaos contagiar. Al día siguiente nos espera lo que ya va siendo habitual en las rutas por Bolivia. Los caminos que seguimos se metamorfosean. Pasan de ser pistas de autos afino trazado a huellas de animal a río. En definitiva, nos perdemos. Seguimos la pista hasta un río y creyendo que continua avanzamos su cauce hasta no poder mas, retrocedemos las dos horas perdidas saltando de piedra en piedra intentando inútilmente no meter el pie hasta la rodilla en el río. Buscamos la ruta principal dirigiéndonos perpendicularmente a ésta subiendo y bajando colinas que no tienen piedad. Al final parece que encontramos un rastro. Porque a costa de recorrer estas rutas inhóspitas estamos desarrollando, como los personajes de Lost, la capacidad de seguir rastros. Por el grado de la compactación, el tamaño y la cantidad sabemos si es reciente o pasada, si es de un pastor perdido o si es una ruta principal. Ahora entiendo a John Lock, lo que hace la necesidad.
Después de siete horas caminando, exhaustos y amenazados por la lluvia encontramos un rastro que parece ser el de un niño pastor y sus ovejitas. A juzgar por las huellas bajaron al río des de su poblado, no muy lejano (un niño debe estar en casa a la hora de cenar) pero lo que le permitió su vigorosa juventud, subir el cerro de la muerte, no nos lo permiten nuestras condiciones actuales. Así que acampamos la tienda y pasamos allí la noche. Al día siguiente, con energías renovadas, subimos el cerro. Encontramos el camino, encontramos el poblado familiar, el niño pastor. Las ovejitas nos miran cómplices mientras siguen cortando el césped. La familia nos indica el camino. Volvemos a depender de nuestra capacidad de seguir huellas. Manuela se arrodilla sobre unas y dice: Jordi por aquí pasamos ayer. El camino que baja al río da la vuelta por el cerro de la muerte y vuelve por donde venia. Al final husmeando, encontramos una pista que sube por la ladera, llega a un poblado incaico destruido. Algunas familias tienen entre las ruinas sus casa y huertos. Seguimos la pista hasta encontrar las fallas sinclinales con las pisadas de dinosaurio y desde ahí al cráter del volcán. En el valle interior se encuentra Maragua. Al principio teníamos la intención de pasar la noche allí, pero nos dicen que el pueblo está incomunicado por la lluvia y que la única manera de volver a Sucre es haciendo la ruta hasta Chaunaca.
Unos porteadores de provisiones nos dicen que van para allá, que el camino es complicado y que nos invitan a seguir. El ritmo de los porteadores con prisa por la Cordillera de los Frailes es brutal. Y más después de seis horas de caminata. Recorremos los quince kilómetros de desniveles imposibles en dos horas. Después cogemos una camioneta hasta la capital y solo nos queda celebrar por todo lo alto nuestra jornada triunfal.

Sunday, February 26, 2012

El salar de Uyuni


Después viajamos a Uyun. Lugar donde se encuentra el desierto de sal más grande del mundo. Cogemos desde Copacabana un autobús que ha de dejarnos a las 7 de la mañana allí.
Cuando despertamos esperando haber llegado a Uyuni, nos encontramos detenidos ante el imponente caudal de un río que ha hecho desaparecer veinte metros de la pista de barro que seguíamos.. Después de esperar 3 horas a que baje el caudal, a un austriaco un poquillo excéntrico que tenia muchas ganas de llegar se le ocurre que podemos cruzar el río a pie para aligerar el autobús y permitirle a este pasar más ligero.
Accedemos a cruzar los primeros en calzoncillos alentando así al resto del autobús, y de esta manera patentamos un método efectivo que copian el resto de autobuses que se han ido acumulando detrás nuestro.
Cruzamos el primer río y llegamos a otro donde un autobús se ha quedado embarrancado desde la 1 de la noche. La gente que iba en su interior lo merodean como moscas aburridas, lo esquivamos, cruzamos ese otro río y finalmente llegamos a otro donde el agua se ha llevado la pista que da acceso al puente que lo cruzaba antes que se lo tragase el agua.
Con ayuda de los seis autobuses y entre todos cogemos piedras para construir una base sólida por donde cruzar. Y parece una misión de la OTAN. Alemanes, Japoneses, Españoles, Peruanos, Janquis, representaciones de todas las naciones descalzos y con los pantalones arremangados hasta la rodillas cargamos piedras por un fin común… cruzar.
Al final llegamos a Uyuni. Evidentemente los desiertos y sus alrededores no están acostumbrados a las lluvias, así que la ciudad esta anegada, no hay electricidad, sin bombas eléctricas no hay gasolina. Estamos sitiados dos días hasta que encontramos una compañía que previsoramente tenía reservas de gasolina y que acceden a llevarnos en Tour en jeep por el salar y a los parques naturales circundantes, el viaje dura tres días. La experiencia es increíble, el salar es un espejo anegado por el agua. Nos da la impresión de estar caminando por las nubes. Las fotos hablan por si solas. Durante esos tres días pasamos por lagos de todos los colores llenos de flamencos, por formaciones rocosas imposibles por géisers… hasta llegar a la frontera con Chile.
Dejando la experiencia como una de las mas espectaculares hasta el momento.

Wednesday, February 22, 2012

Las islas del lago


Partimos de puno en barca y viajamos a Uros. Una población de pequeñas islitas flotantes hechas de juncos.
Aunque hoy día no podría existir sin el turismo, básicamente porque nadie quiere vivir sin electricidad o coches en una casa echa de junco, en un pueblo de 500 m2 que flota en medio de la nada.
Pero imaginarse que sobre el 1500 pequeñas sociedades familiares huyeron de los beligerantes incas construyendo estas islas artificiales en su lago sagrado… es increíble.
Después de 4 horas más llegamos a Taquile. Isla que conserva sus tradiciones y poblados de adobe y paja . Y aunque su modelo económica a pasado del agrícola_pastoril al agrícola_pastoril_turístico eso no ha significado la erradicación de su día a día cotidiano.
La gran mayoría de la población se dedica a tejer. Los puedes ver por todos lados con las truecas trenzando la lana de alpaca, que utilizan. Finalmente venden sus productos en la cooperativa.
En Taquile todos los hombres deben llevar puesto el gorro con el que indican su estado civil. Y las calles exudan pasado. Volvemos a Puno para celebrar la candelaria y llenar la tarjeta de la cámara con los personajes que festejan al son.
Rodeamos el lago para cruzar a Bolivia. Y llegamos a Copacabana. El símil boliviano de Puno nexo a la isla del sol.
Allí pasamos dos días caminándola de punta a punta. A veces merced de las ruinas de la capital sagrada, o de su mística que flota alrededor aparecían como espejismos en mi imaginación. Peregrinos que recorrían los Andes en busca de la bendición milagrosa del lugar. Y si las calles de Taquile exudaban pasado las de la isla del sol exudan magia.

Tuesday, February 21, 2012

Lago Titicaca


Es inevitable viajar por Suramérica sin tener presente esa historia pasada de la España colonial. Es inevitable trasladarse 500 años atrás e imaginarse la oscuridad hedionda de las galeras, o dificultoso avance de las tropas de caballería por la selva Andina, siendo recibidos como los emisarios de su dios Viracocha. Porque esa selva impenetrable, y esos poblados de adobe y paja siguen como entonces adaptados de alguna manera a los tiempos modernos.
Igualmente soy conciente que es también una sensación, un halo místico que otorgo a eso capaz de resistir el embate de la modernidad. Como si de un árbol de profundas raíces obstinado a resistir la vorágine de tormenta se tratase.

Como todas las poblaciones colonizadas Perú y Bolivia están polarizadas en lo referente a la su visión sobre la conquista. De hecho, es un suceso complejo con consecuencias positivas y negativas.
Lo negativo evidentemente es la voluntad de erradicar toda cultura anterior. Postura extendida ampliamente por nuestra monarquía y cuerpo religioso. Fruto, tal vez de un medievo ibérico, marcado por la guerra santa. Modelo adoptado como propio para algunos lugareños que veían en la diferencia entre las civilizaciones inca y española la prueba evidente de que esta era mejor que aquella.
Y lo positivo es el avance que puede significar para una civilización entrar en contacto con otra que le lleva 2500 años de evolución. Puesto que a la civilización inca los antropólogos la colocan un paso después del paleolítico técnica y culturalmente.

Nuestra ruta nos conduce desde Arequipa a Puno. Ciudad bañada por el lago Titicaca.
Y el lago Titicaca es uno de esos lugares atemporales que te sacuden para atraparte en ese pasado presente.

Este lago es la cuna de mitológica del imperio Inca. Hoy día dividida en dos países que antiguamente integraban junto a muchos otros el gran imperio. Tened en cuenta que el imperio inca en su máximo esplendor incluía 250 etnias y se hablaban 600 lenguas o dialectos a parte del quechua, y que cubría mas de la mitad de Suramérica. Sin dominar la escritura, ni la forja de hierro ni el conocimientote la pólvora.

Su imaginario religioso así como sus más importantes templos giraban alrededor de este lago. O más concretamente en su interior. En la isla del sol. Donde, según cuenta la leyenda, viracocha hizo aparecer al primer inca, Manco Capac y a su hermana-mujer, junto con el sol. Quien otorgó a Manco, la vara de oro con la que más tarde fundaría la ciudad de Cuzco.
Este lago, ya de por si místico lo es aun más si se atiende a los datos que indican que bajo su superficie de 8400 km2 se esconde una ciudad de una civilización anterior a la inca, bañada en oro y repleta de templos seguramente también centro religioso-cultural de aquella.
Y lo cierto es que de alguna manera se puede percibir que existe algo absolutamente singular en ese lugar. Algo que penetra en ti sin tu darte cuenta y te cautiva más allá de la posibilidad de oponerte.
El lago se extiende como mar turquesa zafiro reflejando las montañas nevadas y el cielo azul a 3800 m. Y sus islas como las montañas parecen flotar en el espejismo aisladas del mundo exterior.

Desde Puno podemos observar el lago y podemos sentir su peso en los pueblos circundantes. Su irradiación. Puno es conocido por ser el centro folklórico del Perú. Y la fiesta más importante es la fiesta de la candelaria. Esta es un constante pasacalles donde 100 comparsas de unas 50 o 80 personas bailan sin parar durante 12 horas al ritmo de su música ancestral estas comparsas provienen de los pueblecitos que circundan el lago. Y solo con eso ya nos podemos dar cuenta de la importancia que algún día tuvo. Y así hoy día se mantiene como vestigio inmaterial de lo que algún día fue.

Monday, February 6, 2012

Trekking por el valle de los volcanes

Des de Arequipa nos movemos 379 km hasta llegar a Cotahuasi. En la falda de los nevados de Solimana y Coropuna. Después de un día de reconocimiento por las ciudades circundantes y de indagar la cultura culinaria del lugar nos preparamos para el trekking. A las 06.30 sale el autobús para Panpamarca. Nada más subir, un tipo con aspecto desaliñado pero con absoluta autoridad explica que el día anterior en esa misma ruta se pinchó una rueda. El vehículo volcó y la turba de gente indignada secuestró el autobús. Manuela se gira, me mira a los ojos y muy seria me dice: -nos bajamos?
Al final no bajamos y llegamos sin percances al destino.
Un pueblecito muy pintoresco a 3200 m donde iniciamos la caminata. Pedimos a los lugareños que nos indiquen el camino hacia las minas de Huarhua, y estos nos responden con mofa y cierta incredulidad, el camino no está indicado y la ruta es larga. Caminamos hasta Cochapampa, continuamos la pista con destino a Sayla y nos desviamos por un rompiente que continua ladera arriba. Después de cinco horas llegamos a Huarhua. El pueblo donde se encuentra la mina de sal a 3700 m. Plantamos la tienda en un maizal y pasamos la noche. El día siguiente es un descenso constante de seis horas desde las minas hasta la cascada de Sipia. La última antes de llegar al punto mas profundo del cañón de Cotahuasi, que es el mas profundo del mundo con sus 3500 metros de profundidad. El lugar es increíble, el rugido del río al caer retumba por todo el cañón y su agua pulverizada flota como una nube a nuestro alrededor. Ahí plantamos la tienda. Al amanecer esperamos que nos recoja el único autobús que recorre la cuenca del Cotahuasi. Lo hace en las dos direcciones y paulatinamente, parada a parada, se convierte en una lata de sardinas con ruedas.
… espera, esto ya lo he dicho antes, cuando hablaba de los medios de transporte en la India Nepal. Y efectivamente Perú y Nepal tienen muchísimas similitudes.
Sacas la cabeza por la ventana del autobús y te ves recorriendo el cañón mas profundo del mundo por carreteras que serpentean a escasos centímetros del precipicio. Metes la cabeza dentro y te ves en el interior de una lata de sardinas llena de autóctonos ataviados con ropas coloridas y sombreros espectaculares. En un abrir y cerrar de ojos me encuentro recorriendo el Himalaya, es solo un segundo, nada mas. Un bache en la carretera, el autobús frena antes de coger una curva, pero al ir tan lleno se sale de la pista. Vuelvo de sopetón a la realidad. Se oye: -RÁPIDO RÁPIDO BAJEN!
(Las viejecitas alrededor gritan frenéticas claramente sensibilizadas. Recuerdo las palabras del tipo desaliñado y autoritario dos días antes. Seguramente es la primera causa de muerte violenta por estos lugares).
Toda la gente que se encuentra en el pasillo baja para aligerarlo y permitir maniobrar al conductor. Y de repente nos sentimos como una manda de búfalos en estampida. Veinte lugareños con sus sombreros cowboy corren delante del autobús. Una estampa realmente graciosa.
Llegamos a las 02.30 a Andagua.
Al amanecer damos una vuelta. El pueblo es un lugar pintoresco, muchas casas lucen tejados de paja y paredes de adobe. Los burros y las ovejas pasean por sus calles de arena y piedra.
Parece que el tiempo se detuvo en algún momento remoto y obstinado no quiere echar a andar de nuevo. Las mujeres visten con colores muy vivos y rematan atuendo con sombreros abombados de fieltro. Por los alrededores del pueblo se avistan numerosos volcanes de diferentes tamaños con las cimas recortadas como bocas abiertas al cielo. El lugar es extraño y bello a partes iguales.
Cogemos nuestras mochilas y nos encaminamos a Chachas, primera parada por nuestra ruta del valle de los volcanes. En esta jornada se recorre el valle propiamente dicho. El camino se inscribe sobre suelo negro y rojo y nos lleva a unos campos organizados en terrazas que están repletos de cactus. Estos esperan como erizos a que poses el pie para atravesarte la bota y cuando afligido te dispones a quitarte esa pelotilla de pinchos te llenas la mano de pinchos aun mas pequeños que aun que no sean capaces de atravesar botas si lo son de atravesarte la piel como una miríada de pelos rubios recién salidos. Manuela acaba rodando sobre unos cactus y saborea en su piel todas la variedades de pinchos. Después recorremos el lecho del río que esta seco hasta encontrar un camino que se pierde entre extrañas formaciones volcánicas.
Fascinados por el camino de fina arena negra nos extraviamos y convertimos la ruta de 15 km en una de 42. A la mañana siguiente nos dirigimos a la cima que tenemos que cruzar, a medida que tomamos altura empezamos a ver los primeros cuis y las primeras llamas en lo profundo el valle de los volcanes des de una perspectiva panorámica. Guiados por piedras amontonadas subimos colina arriba. Hasta llegar a un valle elevado sumergido en nubes. Como no podemos ver ningún camino y nuestra cabeza parece querer estallar por el mal de altura, retrocedemos y plantamos la tienda 500 metros mas abajo. Esa noche es dura y fria. Manuela duerme encima de mi para no sentir el suelo helado. El saco y la tienda se congelan. Al día siguiente y sin desayunar retornamos al camino de piedras amontonadas, siguiéndolo por la ladera de la montaña que se viene abajo a nuestros pies. Finalmente alcanzamos la cima a 5200 metros. El collado que hace de paso hasta el siguiente pueblo esta profusamente nevado y súbitamente empieza a nevar. Así que decidimos volver a bajar a Chachas. Y aún sin haber cruzado nos llevamos haber recorrido el camino más duro y peligroso que jamás hayamos intentado.

Sunday, February 5, 2012

Lima

Arequipa 21/01/12

Nuestro aterrizaje en Lima fue de lo más señorial. Acogidos en casa de Jessie. Autóctona que vivió en Bcn 5 años y que ahora trabaja en el ayuntamiento de la ciudad de Lima. Su posición bienestante nos dio acceso a tener hospedaje en su casa en el barrio señorial así como a todas las instalaciones del ayuntamiento que se encuentran en el interior de los edificios erigidos bajo las instrucciones del mismísimo Pizarro, hoy día edificios patrimonios de la humanidad. En estos tres días acabamos de proveernos de lo que necesitamos en nuestra ruta, provisiones, hornillo, etc…
Mientras visitamos los recovecos de la primera ciudad colonial del Perú, somos espectadores de un incendio en el casco viejo, una manifestación llevada a cabo por tribales de la montaña (que ven como las explotaciones mineras o la construcción de plantas eléctricas acaban con el hábitat donde habitan des de tiempos inmemoriales) y el 477 centenario de la fundación de la ciudad. Este último des del palco presidencial, al lado de la mismísima alcaldesa de la ciudad. Mientras tanto, comparsas de todos los lugares del Perú representaban sus bailes y rituales ataviados con sus ropas coloridas. Todo un espectáculo. Y lo más chocante de esos tres días, Aparte de la manifestación de tribales, puesto que lo hacían con sus vestidos de guerra, caras pintadas, cascos de bambú y tridentes en las manos. Fue que el folclore y la cultura peruana incorpora dentro de su extensa variedad, el español. El instrumento de percusión típico es el cajón flamenco. Los caballos que bailan con las doncellas son españoles. La guitarra española la peineta y el olé.
Confusos y decepcionados por eso de viajar tanto para encontrarse en parte lo mismo, nos marchamos al parque natural de Paracas. La zona mas árida de sudamérica junto con el desierto de Atacama. Tras perdernos por su desierto, acampamos en el mirador de lobos marinos, cerca de las enigmáticas líneas aerográficas del candelabro, pertenecientes al conjunto de las líneas de Nazca. Poco se sabe de quien hizo esas líneas. Se dice que indican el camino hacia Cusco. Las ciudad poblada sin interrupción más antigua de América. Lugar donde Manco Capac clavaría su vara de oro a la que ataría el sol para poder fundar en un solo día la ciudad capital del imperio Inca. Tras pasar dos días en el desierto de Paracas y dejarnos fascinar por su vida animal, que incluye, flamencos, albatros, leones marinos, delfines, pingüinos de Humboldt, etc… Nos marchamos a bordo de un camión de pescadores que relatan su día a día humilde y laborioso. Finalmente, después de 18 horas en autobús llegamos a Arequipa. Mientras hablo en el locutorio con mi familia, me doy cuenta que me falta el aire. Me planteo dejar de fumar. Mientras doy un paseo por el centro de la ciudad blanca, noto los primeros efectos del mal de altura. Des de aquí nos plantearemos nuestros treekings por el cañón mas profundo del mundo y por el valle de los volcanes.

Thursday, February 2, 2012

Aterrizaje

Aterrizamos en el aeropuerto de Barajas. Y aunque aún no he salido de España me da la impresión de haber cruzado el charco y estar en Nueva York. Un aeropuerto con metro interior y con la opulencia de una gran nación virtual de los Emiratos Árabes. Esto no tiene sentido. Mientras cinco millones de compatriotas se comen los mocos a falta de pan con el que llenarse la panza. Gobernadores despilfarran el dinero para hacer que el país que siempre perdió en el Gran Prix de verano europeo parezca el “no va más”. Me parece absurdo, con todo el dinero y energía invertidas aquí se podría industrializar Extremadura Andalucía y Castilla enteras. Supongo que exagero, aunque ni la mitad del que dimensionó este aeropuerto. Próxima parada Perú.
13 horas después… Aterrizamos en Lima.
Al cruzar las puertas de llegada una bocanada de aire sofocante nos da la bienvenida, al levantar la vista vemos a una inmensa marabunta humana, algo así como 800 personas esperan tras sus pancartas. Tal vez esperan a un amigo a un conocido a un familiar o a un turista. Es triste que esa costumbre se haya perdido en España. Bueno, en realidad solo indica el valor que hoy día tiene la familia en nuestra sociedad. En Bcn o Madrid aterrizas en medio de un centro comercial impresionante. Se cambio la clásica tiendecita libre de impuestos, dónde comprar tabaco y alcohol para los familiares, por un complejo de tiendas no libre de impuestos para el que viaja. Una vez sales de ahí nadie te espera.
Después de dejar atrás la multitud nos vamos en busca de un autobús que nos acerque al centro. Según la O.I.T a las afueras del aeropuerto hay un andén donde lo podemos coger. Envalentonados, avanzamos hacia las afueras declinando estoicos las invitaciones de los taxistas. Finalmente llegamos a un alambrado en medio de la carretera custodiodado por agentes con ametralladoras y perros. Nos damos media vuelta y le preguntamos a la primera que vemos como llegar a la parada de autobús, y nos dice que mejor no salgamos del vallado, al parecer el aeropuerto se encuentra en medio del barrio mas chungo de Lima. Así que nos invita a coger con ella y los diez amigos que la han venido a buscar un taxi furgoneta que nos acercará al centro.
Welcome to Perú.