Tuesday, March 27, 2012

Dije quiero coca cola no quiero colar coca

Abro la bolsita y cojo un puñado de hojas de coca. Las pliego sobre si mismas y maquinalmente las encajo en el paladar. Las macero con saliva unos minutos, las saco y le hecho el bicarbonato que extraerá los alcaloides. Las vuelvo a plegar y las introduzco en el hueco de mi moflete. Justo en el orificio del salivar.
Estamos en un valle no muy extenso rodeados de vacas que comen pasto y beben del riachuelo que tendremos que remontar hasta su nacimiento. El camino se pierde entre las nubes. Nos espera un ascenso de 800 m en 8 km hasta llegar hasta el puerto de montaña situado a 4600 m. Después descenderemos 1200 m en los otros 12 Km hasta llegar al pueblo que nos hemos fijado como meta.
Empieza a llover, hace frío, llevamos caminando 6 h desde las 7 a.m. Ya hemos subido y bajado la anterior cima salvando 1000m de subida y 1400 de bajada, hemos desayunado cuando salia el sol a las 5:30 a.m y la barriga empieza a pedir combustible a rugidos.
En los 4 días anteriores hemos acumulado ,junto a nuestras maletas de 20 kg, 60 Km ascendiendo unos 4000 m y descendiendo 3700m por la ruta que lleva desde Cuzco pasando por las ruinas de Choquequirao a el Machupichu.
Resumiendo. Nos duelen los pies y su nueva variedad de llagas, los gemelos, los cuadriceps,las lumbares, el trapecio.
Sentimos un profundo agotamiento mental y físico y tenemos urgencia por llegar a un pueblo donde poder descansar en algo diferente que una tienda de campaña.
Así que decidimos recurrir a la hoja. Su amargo inicial retuerce mi ceño con un escalofrio. A los 10 min. se empieza a sentir los primeros efectos. Pasamos de arrastrar los pies a caminar normalmente, de esta manera empezamos a encarar la cima. A los 20 min. ya con la boca dormida dejamos de sentir el frío y desaparece la fatiga, literalmente. Esto nos permite conectar el piloto automático e insensible encadenamos nuestros pasos cuesta arriba.
En la antigüedad bajo el imperio inca el consumo de hoja se dosificaba como otro salario más. Su uso principal era el religioso y su consumidor predilecto la nobleza. Aunque también era utilizado como droga de trabajo para soportar las largas y duras jornadas de manera excepcional.
Después llegaron los Españoles y su afán de minerales preciosos. Se hicieron necesarias ingentes cantidades de hoja para hacer posible la sobreexplotacion mineral y humana. Los mineros la consumian y se consumian sin darse cuenta. Al tener anestesiadas las alarmas del cuerpo iban matandose si notar su aniquilamiento. El potente analgésico encubría la brutal desnutrición y la destrucción del sistema respiratorio. En menos de 15 años morían sin saber practicamente porque. Después vino la síntesis, el consumo recreativo y la coca cola y finalmente la prohibicion. La historia que más o menos todos sabemos hasta nuestros días.
La taquipsiquia me envuelve en una nube de pensamientos y repaso entre otras los conocimientos sobre la planta y su historia mientras camino inconscientemente hacia la cima. Ahora estamos metidos en el interior de la nube que se veía desde abajo. Sin darnos cuenta hemos alcanzado el nacimiento del río que gorgotea apareciendo como por arte de magia directamente de la roca. Notamos los efectos del mal de altura aplacados por la hoja golpeando sutilmente la cabeza. Nos metemos una cucharada de miel para no estar consumiendonos sin darnos cuenta y empezamos a descender al trote. en 3 h 30min hemos hecho lo que dijeron que haríamos en 6. Y antes de que se ponga el sol y empiece a llover con fuerza llegamos al pueblo en cuestión.
Pedimos hospedaje y nos invitan a pasar la noche en su habitación que a parte es la tienda del pueblo. Allí compartimos el espacio el marido la mujer sus 2 hijos el hermano del marido y su mujer embarazada y dormimos sobre pieles de cordero y bajo pesadas mantas. Cuando a la hora de la cena le explicamos a la comitiva de hombres, que son los que comen en la mesa, de donde venimos y que hemos hecho el recorrido que normalmente se hace en dos jornadas en un solo día. Nos miran con el ceño fruncido y nos dicen con respeto: - andáis bien.
Al amanecer despertamos a las 4:30 y recorremos los 10 km que nos separan de la ruta turistica, que cuenta de movilidad. De ahí hacemos el ultimo tramo en combi para ahorrarnos la horrible pista plagada de caminantes y obras y llegamos hasta el Machupichu.
El lugar desprende una mistica espectacular. Merced a que cae una suabe llovizna y a que toda la montaña y las circundantes se sumen en un manto impenetrable de niebla. El lugar aparece como entre mis sueños subconcientes. Los turistas que seguro plagan el lugar no se ven por ninguna parte. Después de cinco horas de laberintos de piedra y caminos que se pierden por las montañas decidimos volver. Recorremos la via del tren hasta llegar a un taxi. que a causa de un accidente que bloque el camino nos vuelca en otro taxi en un extraño intercambio de rehenes. Al final es otro el que nos ofrece recorrer las 4 ultimas horas de regreso a Cuzco.
El coche esta desvencijado, el bombín de arranque cuelga por un hilo, la itv de este año no esta pasada. El conductor tiene los nudillos repletos de cicatrices vamos 6 en el coche...
Esto no parece un taxi turístico. Noto bajo los pies un bulto, dentro de una bolsa negra, es un fardo de coca. El conductor nos pide que la escondamos cuando nos para por primera vez la policía. El tipo coje unos 3 Euros que tiene en monedillas y se las da al policía cuando le da la mano.
Estamos siendo utilizados por un traficante para pasar desapercibidos en los diferentes controles antidrogas.
Esto es increíble. El tipo inventa mentiras bastante estúpidas para justificar las frecuentes paradas para chequear que los fardos sigan sujetos sobre las ruedas y el chasis. Se mezcla el miedo, la confusión y la certeza de inocencia en dosis iguales.
Aunque el tipo es muy dicharachero e intenta no darle la menor importancia y crear un ambiente distenso la situación es trágicómica. Pensar que aquí el consumo de hojas es considerado patrimonio inmaterial de la humanidad, algo de capital importancia para la cultura andina y que en el resto del mundo las cárceles se engordan a diario por la misma substancia. En conjunto no tiene ningún sentido. En algún otro lugar del mundo, seguramente en occidente se recibirán estos paquetitos que ahora viajan bajo mis pies, para que la masa anodina piense estar viviendo la vida locamente o para que simplemente sirva de analgésico para sus vidas sin sentido.
Al final el tipo nos deja a una hora y media de Cuzco y tenemos que acabar discutiendo con él porque nos quiere cobrar la misma cantidad que habíamos pactado para que nos dejara en el destino. Así que Manu se enciende y le dice las verdades a gritos. Que nos ha estado utilizando para traficar y que si quiere que hablemos con la policía para solventar el conflicto. El tipo se calla y continua su camino hacia el garaje donde el paquete cambiará de manos y nosotros continuamos hasta Cuzco donde podremos recuperarnos del último trek.

Monday, March 5, 2012

Más indignación

Paseas por Bolivia y te das cuenta de la pobreza extrema que asola estas tierras. Donde la agricultura de subsistencia sigue siendo el único ingreso para la mayor parte de la población. Existiendo la contradicción que estos viven en las riquísimas tierras de los Andes. Con recursos hidrográficos ilimitados, tierra volcánica fértil. Y minerales en abundancia bajo sus montañas.
Al no existir un capital inversor no existe un entramado económico que se beneficie y reparta los bienes. Y es que, de que va a servir plantar hectáreas de plátanos, aunque puedas hacerlo, si después no hay carreteras para llevarlos a los puertos y venderlos. Y aunque me cueste aceptarlo ese pobrecico cocalero de Evo morales poco va poder hacer. En el contexto en el que se encuentra ni socializando los recursos ni favoreciendo a la gran mayoría de agricultores permitiéndoles la más rentable de las plantaciones, la coca.
El tema está complicado. Si la mayor parte del capital exterior que recibe tu país, lo recibe de manos de narcos.
Es indignante ver como el nefasto modelo económico que implementamos en la colonización sigue dando sus frutos. Los caciques controlando latifundios que solo le reportan beneficio a ellos mismos.
Estando aquí estoy sintiendo el fuerte vinculo existente entre Latinoamérica y España. Porque nuestras historias son inseparables. Sin los recursos y la población de estas tierras Europa no seria una mierda. Aunque eso a España no le afecta porque esta sigue siendo lo que siempre a sido.
Pensar que en Chile el gobierno te da una casa tras el pago de 800$. Y que pueden aspirar a una variedad de viviendas desde los 100m2( eso es el mínimo ) y en ascenso en función de lo que pagues. Por aquí, la vivienda es un derecho y no un privilegio. Y después desde occidente juzgamos el país como dictatorial por las últimas revueltas estudiantiles que piden educación gratuita y de calidad. O sea, lo que allí nunca tuvimos.
De que va sentirse orgullos un catalán por estas tierras, si se puede saber. De ser unos sumisos que ven en el Barca lo que los esclavos de la Arena romana veían en Espartaco??
Es indignante pensar que de Bolivia y Perú, dos de los países mas pobres de Suramérica, España ingreso en los puertos de Sevilla 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata entre 1503 y 1606. Y que eso costó la vida de 20 millones de esclavos (solo la extracción del mineral) no estoy hablando del proceso de colonización. Si lo de Hitler fue un genocidio… yo no se como describir esto.
Y todo eso encima no reporto ningún beneficio ni al estado ni a la sociedad española. Exceptuando un poco a la aristocracia, nobleza, monarquía y cuerpo religioso, que lo despilfarro… Has de ser subnormal. O hablando con propiedad rey católico o Austrias o Borbon. Porque en realidad todo este empobrecimiento proviene de esa obcecación monarquico_religiosa de echar todo el capital de sus tierras. Ya sean musulmanes, judíos, protestantes o burgueses y favorecer la nobleza de caciques latifundistas y al Papa. A día de hoy la duquesa de Alba tiene tierras que unen Andalucía con Castilla León, cruzando Extremadura. Y aun dice que la crisis también le ha afectado la momia desgraciada. Debería estar en la carcel, con Undargarin y los banqueros.
Y aun el Borbon viene a aquí a hacer callar a chavito…. Le tendrían que haber linchado.
Así que al final ganaron los de siempre. Los banqueros holandeses por dejarnos el dinero, los inglese por vendernos la ropa y vendérsela también a las colonias. Tenemos que recordar que a le vez que Felipe 4 expoliaba las minas de Suramérica quemaba sus fabricas textiles por decreto. ( Ese era el trato con los ingleses ).

Es patético sentirse parte de algo asi. Ya sea occidente o España. Me preguntan de donde soy y lo digo con el alma encogida y boca pequeña España.
No dejo que reaccionen y suelto de Barcelona. Y ya empiezan: … ah, el Barca, el mejor equipo del mundo…
Y yo que mas puedo decir?

Friday, March 2, 2012

Malditos escribie_guias

Lees la guía y prácticamente en todas las ciudades listadas se habla de lo peligrosas que son. Que si hay carteristas en todos los mercados, que si en este barrio es mejor no pasar la noche… Y uno evidentemente no puede hacer oídos sordos.
El ser humano es un ser imaginario. Nuestra cabeza no puede parar ni un segundo y nos imprime su universo inventado constantemente y en todos los sentidos imaginables. Por ejemplo, cuando uno no conoce una ciudad en algún momento anterior a la partida genera el escenario y viaja hasta allí. Y eso lo hace utilizando todos esos detalles que uno incorpora, retazos escuchados o leídos o vistos en cualquiera de los medios a los que somos sensibles. Esas proyecciones le permiten a uno anticiparse y prepararse mentalmente a base de reforzar sus prejuicios.
También yo como observador de esta realidad y tras digerirla a mi manera, la expondré. Y eso es como dejar en tu buzón de los prejuicios pequeñas semillas que germinaran de alguna o otra manera en tu imaginación y que a la hora de la verdad (o sea cuando tengas que compararla con la realidad del lugar) serán inservibles.
Incluso cuando a la vuelta alguien me diga que va a alguna de las ciudades donde yo he estado y me imagine a este aterrizando en ese lugar eso también será virtual y en última instancia falso por que ese lugar ya no será el que era, y la experiencia de esta distará azarosamente de la mía.
Por así decirlo, estamos constantemente viajando sin movernos del sillón y nadie escapa de esa conjura.
Así que para no dejar de hacerlo y recuperar el hilo de este post, me imagino a doña Beth Willams sentada tras su apple en su casa residencial a las afueras de Portlan, escribiendo la guía sobre Bolivia sin ser consciente del salto existente entre su casita segura y cualquier mercado de cualquier ciudad del mundo. Y lo injusto de la comparación histórica de sucesos. Cuanta gente a lo largo de la historia habrá sido robada, violada, asesinada o bombardeada en Granollers. ¿Vale la pena que te lo diga antes de que vayas a visitarla? ¿Para que?.
Mientas tanto en la terminal de autobuses de Cochabamba a siete horas de la Paz esperamos la partida. El llanto de un niño despunta en el heterogéneo murmullo del lugar. El clima es bochornoso pero fresco, son las nueve y media de la noche. Un niño limpiabotas se esfuerza por dejar relucientes las de su cliente mientras este le vigila disimuladamente de reojo. Una mujer en el stand que esta justo delante canta por teléfono una extraña relación de números y ciudades que me recuerda al principio de alguna canción de Manu Chao. Sin ninguna noticia de los cacos que deberían rondar la terminal como horda de zombies cabreados. Nos despedimos.

Trekking alrededor de Sucre


Después de 4 días de carnaval, primero en Oruro, donde es patrimonio inmaterial de la humanidad según la UNESCO y después en Sucre, la capital, estábamos realmente hartos de esa festividad. Y no por habernos emborrachado sin parar, si no por la costumbre extendida por estas tierras de mojar, ya sea con una espuma que venden en aerosoles, con pistolas de agua o globos a todo el mundo. Todos contra todos. En una guerra constante donde aceptas desde el inicio estar calado hasta los huesos. Y aunque la guerra es cruel e indiscriminada los que nos llevamos la peor parte somos los inocentes gringuitos. Así que después de estar 4 días esquivando globos en ataques sorpresa o chorros de agua en la cara mientras comíamos tranquilamente, nos disponemos a recorrer una ruta prehispánica que aunque solo se encuentra a 35 km de la capital es suficientemente auténtica como para que el castellano no sirva. Y que ha de llevarnos por pinturas rupestres en cuevas recónditas a grupos étnicos auténticos como los Jalq’a de Chuanaca. O la huellas de dinosaurio de Miñu mayu que se quedaron grabadas en las laderas de un cono volcánico espectacular.

El primer día tras aprovisionarnos y dejar nuestras cosas en la consigna de la terminal, preguntamos como podemos llegar al lugar de partida, inicio descamino prehispánico,la capilla de Chataquile.
La mujer nos dice que es imposible ir por libre que tendríamos que contactar con alguna agencia turística. Nosotros a sabiendas que las agencias turísticas solo saben vender experiencias enlatadas y acostumbrados a esa falsedad hecha a medida para gringuitos, hacemos caso omiso y conseguimos que nos acerquen a la parada de camiones que van en dirección a Chataquile. Mientras comemos un pollo con arroz y papas, esta vez la mamita, nos vuelve a decir que es imposible que lleguemos al destino, que volvamos y que al día siguiente cojamos un autobús. Hacemos también caso omiso nos montamos en el siguiente camión con los integrantes de una comparsa que lleva una semana festejando por las calles de Sucre y con otros campesinos y gente de origen humilde. Después de dos horas y dos camiones llegamos a Chataquile, lugar donde para nuestra sorpresa, solo hay una capilla y una oficina de turismo abandonada. Después de limpiarla y aromatizarla montamos la tienda y pasamos la noche en esta última. Al día siguiente el camino que serpentea ladera abajo nos lleva por unos parajes espectaculares, las piedras se suceden en geometrías imposibles sosteniendo el camino a nuestros pies, sinclinales en todas direcciones, vegetación subtropical y riachuelos de agua. Seguimos el río Ravelo y lo cruzamos alcanzando el río Potolo que desciende sobre un plano del sinclinal con fuerza. Lo ascendemos hasta llegar al pueblo homónimo. Allí mora la primera comunidad auténtica. Ellos celebran el carnaval del miércoles al domingo. Así que nos resignamos a volver a ser objeto de excepción en unas fiestas marcadas por el alcohol, las danzas y los globos de agua. A diferencia que en Sucre aquí somos invitados a sentarnos en todos los puestos donde reparten chicha fermentada, su bebida alcohólica a base de maíz agua y azúcar. La gente es abierta aún sin entenderte demasiado y habla contigo en quechua sin tu saber responder. Se nota por la entonación que llevan desde la mañana bebiendo chicha, la mayoría andan tambaleándose por la calle. Desde fuera todas las festividades son el mismo absurdo pero al estar ellos contentos nos dejaos contagiar. Al día siguiente nos espera lo que ya va siendo habitual en las rutas por Bolivia. Los caminos que seguimos se metamorfosean. Pasan de ser pistas de autos afino trazado a huellas de animal a río. En definitiva, nos perdemos. Seguimos la pista hasta un río y creyendo que continua avanzamos su cauce hasta no poder mas, retrocedemos las dos horas perdidas saltando de piedra en piedra intentando inútilmente no meter el pie hasta la rodilla en el río. Buscamos la ruta principal dirigiéndonos perpendicularmente a ésta subiendo y bajando colinas que no tienen piedad. Al final parece que encontramos un rastro. Porque a costa de recorrer estas rutas inhóspitas estamos desarrollando, como los personajes de Lost, la capacidad de seguir rastros. Por el grado de la compactación, el tamaño y la cantidad sabemos si es reciente o pasada, si es de un pastor perdido o si es una ruta principal. Ahora entiendo a John Lock, lo que hace la necesidad.
Después de siete horas caminando, exhaustos y amenazados por la lluvia encontramos un rastro que parece ser el de un niño pastor y sus ovejitas. A juzgar por las huellas bajaron al río des de su poblado, no muy lejano (un niño debe estar en casa a la hora de cenar) pero lo que le permitió su vigorosa juventud, subir el cerro de la muerte, no nos lo permiten nuestras condiciones actuales. Así que acampamos la tienda y pasamos allí la noche. Al día siguiente, con energías renovadas, subimos el cerro. Encontramos el camino, encontramos el poblado familiar, el niño pastor. Las ovejitas nos miran cómplices mientras siguen cortando el césped. La familia nos indica el camino. Volvemos a depender de nuestra capacidad de seguir huellas. Manuela se arrodilla sobre unas y dice: Jordi por aquí pasamos ayer. El camino que baja al río da la vuelta por el cerro de la muerte y vuelve por donde venia. Al final husmeando, encontramos una pista que sube por la ladera, llega a un poblado incaico destruido. Algunas familias tienen entre las ruinas sus casa y huertos. Seguimos la pista hasta encontrar las fallas sinclinales con las pisadas de dinosaurio y desde ahí al cráter del volcán. En el valle interior se encuentra Maragua. Al principio teníamos la intención de pasar la noche allí, pero nos dicen que el pueblo está incomunicado por la lluvia y que la única manera de volver a Sucre es haciendo la ruta hasta Chaunaca.
Unos porteadores de provisiones nos dicen que van para allá, que el camino es complicado y que nos invitan a seguir. El ritmo de los porteadores con prisa por la Cordillera de los Frailes es brutal. Y más después de seis horas de caminata. Recorremos los quince kilómetros de desniveles imposibles en dos horas. Después cogemos una camioneta hasta la capital y solo nos queda celebrar por todo lo alto nuestra jornada triunfal.