Wednesday, February 22, 2012

Las islas del lago


Partimos de puno en barca y viajamos a Uros. Una población de pequeñas islitas flotantes hechas de juncos.
Aunque hoy día no podría existir sin el turismo, básicamente porque nadie quiere vivir sin electricidad o coches en una casa echa de junco, en un pueblo de 500 m2 que flota en medio de la nada.
Pero imaginarse que sobre el 1500 pequeñas sociedades familiares huyeron de los beligerantes incas construyendo estas islas artificiales en su lago sagrado… es increíble.
Después de 4 horas más llegamos a Taquile. Isla que conserva sus tradiciones y poblados de adobe y paja . Y aunque su modelo económica a pasado del agrícola_pastoril al agrícola_pastoril_turístico eso no ha significado la erradicación de su día a día cotidiano.
La gran mayoría de la población se dedica a tejer. Los puedes ver por todos lados con las truecas trenzando la lana de alpaca, que utilizan. Finalmente venden sus productos en la cooperativa.
En Taquile todos los hombres deben llevar puesto el gorro con el que indican su estado civil. Y las calles exudan pasado. Volvemos a Puno para celebrar la candelaria y llenar la tarjeta de la cámara con los personajes que festejan al son.
Rodeamos el lago para cruzar a Bolivia. Y llegamos a Copacabana. El símil boliviano de Puno nexo a la isla del sol.
Allí pasamos dos días caminándola de punta a punta. A veces merced de las ruinas de la capital sagrada, o de su mística que flota alrededor aparecían como espejismos en mi imaginación. Peregrinos que recorrían los Andes en busca de la bendición milagrosa del lugar. Y si las calles de Taquile exudaban pasado las de la isla del sol exudan magia.

No comments:

Post a Comment